Tengo artrosis.¿Qué es? ¿Por qué sucede? ¿Qué hacer? ¡Conoce todo sobre tus reumas!
¿Qué es la Artrosis?
Si en algún momento has experimentado dolor en tus articulaciones al hacer alguna actividad física, que antes realizabas sin problema alguno, o si te han dolido tus rodillas al subir o bajar escaleras; agacharte se traduce en un dolor en tu espalda baja o lo que llamamos cintura; los cambios de temperatura ocasionan que tus articulaciones como rodillas, manos, codos, tobillos presenten dolor, es importante conocer si tu padeces Artrosis, o conocida con otros nombres como Osteoartrosis, Osteoartritis, Desgaste de cartílago, desgaste articular, y el más común de ellos, Reumas.
Pero ¿Qué es y por qué sucede?
Es una patología reumática, la más frecuente en el mundo, y la segunda causa de discapacidad física laboral en México.
Para iniciar debemos saber ¿qué son las articulaciones? Las articulaciones son los componentes del esqueleto que nos permiten el movimiento y, por tanto, nuestra autonomía funcional. Están formadas por la unión de dos huesos a través de la cápsula articular. En el interior de las mismas existe, generalmente, un fluido llamado líquido sinovial que es producido por la membrana sinovial. Los extremos óseos que se unen para formar la articulación están recubiertos por el CARTÍLAGO ARTICULAR.
Cuando este cartílago articular se lesiona, se produce dolor durante o después del movimiento e incapacidad funcional. Normalmente la artrosis se localiza en la columna cervical y lumbar, algunas articulaciones del hombro y de los dedos de las manos, la cadera, la rodilla y otras menos comunes como codos.
Los síntomas de la artrosis son progresivos y dilatados en el tiempo. En un primer estadio aparece el dolor asociado al movimiento y al esfuerzo al que se somete la articulación, aunque en esta primera fase el dolor cesa con el reposo. En un segundo estadio el agravamiento de la artrosis hace que el dolor aparezca tras el reposo y el ejercicio, por lo que el malestar es más continuado y prácticamente constante. Otro síntoma característico de la enfermedad es la incapacidad progresiva de la función articular conllevando a la larga la pérdida de la movilidad.
Con la evolución de la enfermedad pueden producirse deformaciones de los huesos y contracturas musculares que agravan el dolor, además de atrofia de los músculos que rodean las articulaciones.
Factores que originan y agravan tu Artrosis
Edad. El desgaste por el uso de las articulaciones aumenta a medida que se envejece y por tanto, se hace mayor uso de ellas.
Obesidad. El aumento del peso corporal es un factor importante en el desarrollo de la artrosis, especialmente en la columna lumbar, las caderas y las rodillas. A mayor peso, mayor sobrecarga de estas estructuras y mayor desgaste.
Lesión o uso excesivo. Los atletas y las personas con trabajos que requieren hacer movimientos repetitivos, tienen un mayor riesgo de desarrollar artrosis. Es lo que les ocurre a los profesionales del fútbol que padecen de artrosis de rodilla, o los manipuladores de martillo neumático, de artrosis de codo y muñeca.
Genética. Juega un papel en el desarrollo de la artrosis, especialmente en las manos, donde la sobrecarga mecánica no es tan evidente como en otras estructuras como las rodillas. Esto se manifiesta de muchas maneras. Las alteraciones hereditarias afectan la forma o la estabilidad de las articulaciones y pueden llevar al desarrollo de la artrosis. Así, las personas con rodillas en aro o en paréntesis, tienen más posibilidades de desarrollar una artrosis de rodilla, por el reparto anómalo de la carga sobre la articulación.
Actividad física. Si es de alto impacto, carga repetitiva, o movimientos repetitivos, acelerará el proceso de daño articular.
A medida que el cartílago se desgasta, presentan diferentes fases o etapas de evolución del daño. En una etapa inicial, las diversas actividades que realizamos a lo largo de nuestra vida, provocan un daño, inicialmente silencioso sobre nuestro cartílago, que no presenta síntomas o molestias y generalmente sucede a edades menores de 35 años.
Pero a medida que avanzamos en el tiempo, y continuamos con actividades laborales, deportivas y recreativas que implican desgaste articular progresivo, vamos dañando día con día nuestro cartílago, y con ello, el proceso de reparación resulta ineficaz. De hecho, el hueso intenta compensar este daño, construyendo en torno a la articulación, crecimientos de hueso como corazas, que a largo plazo solo empeoran este problema, ya que reducen aún más el espacio articular de nuestras rodillas, manos, columna y cadera.
Tratamiento ¿Qué hacer?
Evitar el sobrepeso. En el caso de padecer artrosis en articulaciones de carga (rodilla, cadera, región lumbar…). En ocasiones, la pérdida de peso, por poco que sea, es suficiente para mejorar de manera evidente el dolor asociado a la artrosis.
No realizar movimientos repetitivos ni usar de manera excesiva las articulaciones comprometidas. Un ejemplo podría ser evitar las escaleras siempre que se pueda en los pacientes con artrosis de rodilla.
Correcta higiene postural. Por ejemplo adecuar la silla en el lugar de trabajo para preservar la anatomía de la región lumbar o evitar estar mucho tiempo de pie si hay artrosis en los miembros inferiores.
Ejercicio físico. Este debe individualizarse para cada paciente y se debe realizar de manera regular. La natación es, por ejemplo, un buen deporte para pacientes con artrosis lumbar, de cadera o de rodilla. Una buena terapia física puede reducir el dolor y mejorar la rigidez articular.
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