¿Qué son los nódulos de Heberden y Bouchard?
La artrosis de las articulaciones de las manos se produce por una desgaste del cartílago de estas articulaciones. Suele producir dolor, dificultad para mover los dedos y deformidad.
Esta enfermedad suele aparecer en las personas de entre 40 y 50 años, además de que es más frecuente en las mujeres que en los hombres.
La causa de la artrosis se cree que es la consecuencia de una suma de factores genéticos y ambientales. El componente hereditario o genético es muy frecuente en las articulaciones de los dedos y el paciente suele recordar que “su madre o su abuela tenían las manos así”.
También es habitual que personas que han realizado trabajos manuales repetitivos presenten artrosis de las articulaciones de la mano. El hecho de haber sufrido una fractura o inflamación persistente en alguna articulación favorece el desarrollo de artrosis enedades más tempranas.
En la mayor parte de los casos, el síntoma inicial suele ser el dolor en las articulaciones afectadas que mejora con el reposo y empeora con el inicio del movimiento, sobre todo después de un periodo de inactividad.
Debido a la afectación del hueso, las alteraciones de los ligamentos, tendones y cápsula articular, y a la contractura muscular se produce una deformidad, que muchas veces hace imposible realizar movimientos que antes sí hacíamos con esos dedos de la mano.
El desarrollo de protuberancias óseas o nódulos en las articulaciones distales de los dedos, se le conocen como nódulos de Heberden, mientras que las protuberancias que se presentan en las articulaciones medias de los dedos se llaman nódulos de Bouchard.
Los nódulos de Heberden o Bouchard habitualmente aparecen primero en un dedo y luego se pueden presentar en otros. Estas protuberancias no desaparecen con masajes.
Algunas personas notan enrojecimiento súbito, hinchazón, dolor y sensibilidad en las articulaciones afectadas, mientras que en otras, las protuberancias aparecen gradualmente, con poco o nada de dolor.
El tratamiento de los nódulos de Heberden o Bouchard incluyen ejercicios de amplintud de movimiento. en agua caliente para controlar el dolor durante los mismos y para mantener las articulaciones tan flexibles como sea posible