«La gente no se da cuenta del efecto preventivo de la movilidad a largo plazo. Incluso si no nos movemos o mantenemos una movilidad llegaremos peor a la edad geriátrica«, detalló el geriatra Beltrán Carrillo.
«Si una persona se queda quieta en la cama pierde entre 1-3% de masa muscular al día. Sobre todo en personas mayores al dejar de moverse se convierten en ancianos frágiles a los que cualquier agresión de cualquier tipo puede perjudicarles, aparte de presentar en consecuencia un mayor riesgo de torpeza, caídas, fracturas, así como menos resistencia a la enfermedad«, detalló Carrillo.