¿Correr puede provocar artrosis?
Uno de los ejercicios más comunes en las ciudades es el running, a pesar de los grandes beneficios que genera a la salud de las personas, también es conocido por la sobrecarga que provoca a las articulaciones.
“La carrera es buenísima, pero hay que hacerlo con sentido común, de acuerdo con el nivel físico de cada uno: entrenando y estirando. A los que están durante toda la semana sentados en la oficina y después el fin de semana se van a jugar al pádel o a correr yo los llamo, en broma, ‘los domingueros del deporte’, y ahí vienen los problemas”, explicó el Dr. Javier Zamora, del departamento de Traumatología del Hospital San Francisco de Asís.
El running es un buen deporte, incluso está recomendado para personas con diabetes en fase temprana o con hipertensión. Sin embargo, el problema aparece cuando las personas se exceden, generando desgaste articular y artrosis.
Las personas que sufren osteoartrosis presentan cuadros de dolor, además de incapacidad para llevar a cabo algunas actividades del día a día.
Investigadores de la Universidad Brigham Youngdetallaron que correr no causa artrosis. Para demostrar esto, midieron los marcadores de inflamación en el líquido de la articulación de las rodillas a una muestra de 15 voluntarios entre 15 y 35 años y lo que encontraron fue que estos marcadores de inflamación se mantuvieron siempre en unos niveles similares.
De acuerdo con los investigadores, realizar deportes de manera moderada, como correr, podría retrasar la aparición de enfermedades degenerativas de las articulaciones tales como la osteoartritis o artrosis.
Un estudio publicado por el Journal of Clinical Epidemiologyconcluyó que sí existe una correlación entre correr y la artrosis. Su informe final reveló que correr más de 30 kilómetros a la semana duplica la probabilidad que hombres menores a 50 años la padezcan.
Por otra parte, un estudio publicado en la revista Medicine & Science in Sports and Exercise, señaló que los runners presentan un menor riesgo de desarrollar artrosis o necesitar una prótesis de cadera a largo plazo.
De acuerdo con esta investigación, la razón se debe al menor índice de masa corporal de los corredores, ya que el sobrepeso y la obesidad son dos de los principales factores de riesgo para desarrollar esta enfermedad.
Los estudiosos detallaron que la clave está en la intensidad y la frecuencia con la que se práctica el deporte. Si las personas ya han sido diagnosticadas con la enfermedad, lo ideal es disminuir la intensidad de la misma.